Nuestra historia. Un panettone con alma, nacido en 2021.
Comenzamos en 2021 en una cocina pequeña, con olor a vainilla, levadura y café recién hecho. No teníamos grandes máquinas ni un obrador a pleno rendimiento, pero sí algo más valioso, la obsesión por hacer las cosas bien. Queríamos recuperar el auténtico panettone. El de verdad. Ese que fermenta con calma, que se hace con una buena materia prima y que se comparte con una sonrisa.
Probamos, fallamos, volvimos a empezar. Durante semanas, vivimos rodeados de harinas, mantequilla, masa madre y muchas ganas de hacerlo perfecto. Ajustando temperaturas, tiempos y recetas hasta encontrar la textura ideal. Esponjosa, fragante, ligera. Y sobre todo, con alma.
Así nació nuestro obrador. Un espacio donde todo se elabora a mano, con mimo, y respetando los procesos tradicionales. Donde no se corre, porque lo bueno necesita tiempo. Donde cada panettone se hace como si fuera único, porque para nosotros, lo es.
Hoy, nuestros panettones viajan a hogares de todo el país. Se convierten en regalos, en gestos, en celebraciones. Y con cada envío, no solo va un dulce, va nuestra forma de entender lo artesanal, lo honesto y lo bien hecho.
Queremos que, cuando pruebes uno, sientas eso mismo. Que detrás de cada bocado hay una historia. Y que esa historia, si tú quieres, también puede ser un poco tuya.
AMANO